martes, 23 de agosto de 2011

Feliz dolor

Sentada en un banco de la calle, sentía dentro un dolor que la hacía feliz. Una mano acariciaba los tejados y tañía los cables.
Se acercaba una chica deslizante y se sentó a su lado floreada. Sacó un libro del bolso y habló.
- Te quiero enseñar la palabra.-
Las manos arañaban los tejados y estiraban los cables como para lanzar rayos eléctricos.
Si consigo enseñarle la verdad, si consigo que crea, si hoy ve la luz...
Hablaba, escuchaba, señalaba, sonreía...
- Está escrito. Déjame leerte un versículo.-
Las manos aplastaban coches aparcados. Quedaban laminas de colores que el viento hacía revolotear echando chispas al chocar con las paredes y el suelo. Cada vez había mas fuego. Animales pasando de largo.
Se levantaron y, cada una por su lado pensativa. El suelo oscuro, cielo naranja, lluvia y frío.

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